AUTORES Y FUENTES LATINAS

INSCRIPCIONES Y GRAFITOS (C.I.L.)

1. CIL IV 10150 [EDCS-ID:EDCS-23001020 - AE 2012, 343] Grafito humorístico de Pompeya. En la casa de Julia Felix: 

De[d]uxisti octies tibi superat ut abeas sedecies coponium fecisti cretaria fecisti / salsamentaria fecisti pistorium fecisti agricola fuisti / aere minutaria fecisti propola fuisti laguncularia nunc facis / si cunnu linxseeris, consummaris omnia.

  • "Has cambiado de trabajo ocho veces, te falta llegar a dieciséis. Has hecho de tabernero, has hecho trabajos de alfarería, has hecho trabajos de salazón, has hecho de panadero, fuiste agricultor, hiciste trabajos viles por dinero, fuiste vendedor ambulante, ahora haces trabajos de botellero. Si hubieras lamido coños, habrías completado toda la suma".

[Traducción y estudio en preparación de la alumna Valeria CLAVIJO].

 

2. CIL 14, 04285 = CIL 11, 07725 = EE-09, 00434 = IPOstie-B, 00321 = D 06178 = AE 1888, 00065 = AE 1888, 00124 = FTD-06, p 810 = AE 2018, +00165[IMAGO]
datación: 197 a 211 EDCS-ID: EDCS-11900007
provincia: Latium et Campania / Regio I lugar: Fiumicino / Portus [Ostia antica (Roma), Porto nello stagno in località Campo Saline]

〈:in fronte〉
Pro salute impp. Severi et Antonini
Augg. et 〚Ge〛tae nobilissimi Caes(aris) et Iuliae Aug(ustae),
m(atris) Augg. et castr(orum), Genio saccariorum salarior(um)
totius urbis camp(i) sal(inarum) Rom(anarum) Restitutianus Corne=lianus de XVI a〚b〛 aer(ario) et ark(arius) sal(inarum) Rom〚anarum cum〛
Ingenua filia donum dedit.

〈:in latere intuentibus sinistro〉
Dedicantibus
Sallustio Saturnino
et Orfito procc.
Augg. nn..

〈:in latere intuentibus dextro〉
((:navicula))

[Inscripción para que los alumnos de la asignatura de "Fonética y Morfología Latina" del Grado en Fil. Clásica la estudien y trabajen].

GAYO VALERIO CATULO (s. I a. C.)

Gayo Valerio Catulo (Gaius Valerius Catullus; Verona, actual Italia, ca. 87 a. C.-Roma, ca. 57 a. C.), prestigioso poeta latino de finales del período republicano de Roma, autor de libro de 116 poesía conocidocomo Carmina.

Carmen XIII:

Cenarás bien, querido Fabulo, en mi casa
dentro de unos días, dioses mediante,
si traes contigo una buena y abundante
cena, y también a una linda chica,
vino, sal y una buena dosis de carcajadas.             5
Si traes esto, repito, mi encantador amigo,
cenarás bien, pues la bolsa de tu Catulo
está llena de telarañas.
Pero a cambio recibirás mi cariño más sincero,
o algo todavía más delicado y exquisito:         10
te daré un perfume que regalaron
a mi chica las Venus y los Cupidos;
cuando tú lo huelas, rogarás a los dioses
que te hagan, Fabulo, todo nariz.

Carmen XXIII 18-19

[...]
A toda esta limpieza añade otra cosa más limpia:
tienes el culo más brillante que un salerillo [=salillo]
[...]

 

QUINTO HORACIO FLACO (65 a.C.-8 d.C.)

1. Hor. carm. 2, 16, 13-16: vivitur parvo bene, cui paternum / splendet in mensa tenui salinum / nec levis somnos timor aut cupido / sordidus aufert.

 

2. Hor. sat. 1, 3, 13-14: ...modo sit mihi mensa tripes et / concha salis puri... 

PLINIO EL VIEJO (c. 23-79 d.C.)

El historiador Plinio el Viejo afirmó en su Naturalis Historia da a la sal el nombre común de elementum (NH 31, 88): esta indefinición tiene como consecuencia inmediata que en este magnum opus la sal no encuentre un asiento apropiado, ni siquiera en los libros sobre los minerales. Hallamos su tratamiento en los volúmenes dedicados a la farmacopea animal, casi al final del libro XXXI (73-105) que aborda «los remedios medicinales» en el apartado destinado a los productos y los animales del mar, que comineza así:

1. Plin. nat, 31,73: Sal omnis aut fit aut gignitur, utrumque pluribus modis, sed causa gemina, coacto umore vel siccato.

  • «La sal o se hace o nace, y ambas cosas ocurren de varias maneras, pero por una causa doble: por concentración o por sequedad de su humor».

 

Es, como se ve, un «elemento» connatural al mar, indispensable para la salud humana y animal. De ahí que llegue a decir:

2. Plin. nat. 31, 88: Ergo, Hercules, vita humanior sine sale non quit degere, adeoque necessarium elementum est, uti transierit intellectus ad voluptates animi quoque eximias. Sales appellantur, omnisque vitae lepos et summa hilaritas laborumque requies non alio magis vocabulo constat.

  • «Por dios afirmo que no hay vida civilizada sin sal y es un elemento tan necesario que, por una transferencia metafórica, ha designado incluso a los placeres extraordinarios del espíritu. Se les llama ‘sales’, y todo lo que es agradable en la vida, la suma diversión y el descanso de las fatigas no reciben otro nombre mejor».

 

3. Plin. nat. 31, 89: Honoribus etiam militiaeque [sal] interponitur salariis inde dictis, magna apud antiquos et auctoritate, sicut apparet ex nomine Salariae viae, quoniam illa salem in Sabinos portari convenerat.

  • ”Incluso en los honores y en el servicio militar interviene [la sal] en los salarios, que toman su nombre de ahí, por su gran importancia entre los antiguos, como se demuestra a partir del nombre de la Vía Salaria, ya que por esa ruta se llevaba la sal a los sabinos."

 

4. Plin. nat, 9, 92: Carteiae in cetariis adsuetus exire e mari in lacus eorum apertos atque ibi salsamenta populari – mire omnibus marinis expetentibus odorem quoque eorum, qua de causa et nassis inlinuntur -, [...] primum omnium magnitude inaudita erat, dein colos muria obliti, odore diri.

  • "En Carteya, en las cetáreas, había uno [sc. un pulpo] que acostumbraba a salir del mar hacía los estanques abiertos y acabar allí con las salazones (sorprendentemente a todos los animales marinos les gusta ese olor suyo y por esta razón se embadurnan las nasas). […] su tamaño era insólito, después su color, untado en la salmuera, de un olor terrible".

5.Plin. nat. 31, 153: Fabricius, qui bellicos imperatores plus quam pateram et salinum habere ex argento vetabat, videret hinc dona fortium fieri aut in haec frangi! heu mores, Fabrici nos pudet!

  • "Fabricio, aquel que prohibía a los generales en combate tener más de un plato y un salero hechos de plata, vería ahora cómo de aqui se hacían regalos a los valientes o cómo se rompían
  • para este fin. ¡Ay, las costumbres...! ¡Nos avergüenza Fabricio!"

MARCO VALERIO MARCIAL (c. 40–104 d. C.)

Marco Valerio Marcial, fue un un poeta romano de origen hispano. Vivió su período de mayor grandeza bajo los reinados de Tito y Domiciano. Su obra, que ha sobrevivido prácticamente íntegra, se compone de quince libros de versos, con prólogo en verso o en prosa, en diversos metros, un total de unos 1500 poemas pertenecientes a un solo género literario, el epigrama, en el que no tuvo en su tiempo rival y en el que superó a sus antecesores y modelos. 

  • Mart. epigr. 1, 41, 1-12: Cecilio, te crees un elegante hombre de ciudad. / No lo eres, créeme. ¿Que qué eres? Un esclavo bufón; / lo que un vendedor ambulante del Transtíber / que cambia fósforos de azufre amarillentos / por vidrios rotos; lo que quien vende garbanzos / en remojo a un corrillo de ociosos; / lo que el guardián y dueño de víboras; / lo que los viles esclavitos de vendedores de salazones [salariorum], / lo que el cocinero que sirve con voz ronca / salchichas humeantes por tibias tabernas; / lo que un poeta callejero no muy bueno, / lo que un desvergonzado maestro de las Gades, […]

MARCO MANILIO (s. I d. C.)

Marco Manilio (Marcus Manilius), poeta y astrólogo latino contemporáneo de Augusto y de Tiberio (ca. s. I d. C.), describe en su obra titulada Astronómica, un poema didáctico latino en cinco libros sobre los fenómenos celestes, en hexámetros dactílicos, el proceso de obtención de sal (V, 682-692):

      quin etiam magnas poterunt celebrare salinas
      et pontum coquere et ponti secernere virus, 
      cum solidum certo distendunt margine campum       
      appelluntque suo deductum ex aequore fluctum          685
      claudendoque negant abitum: sic suscipit undas      
      area et epoto per solem umore nitescit.       
      congeritur siccum pelagus mensisque profundi        
      canities detonsa maris, spumaeque rigentis 
      ingentis faciunt tumulos, pelagique venenum,              690
      quo perit usus aquae, suco corruptus amaro,           
      vitali sale permutant redduntque salubre.[1]

«Además, podrán también consagrarse a las grandes salinas,
cocer[2] el ponto y extraerle el néctar al ponto,
cuando pongan cercos a una amplia extensión de terreno endurecido,
hagan entrar el oleaje arrancado a la planicie de su mar, 
y luego le nieguen la salida con compuertas: así recibe a las olas
la explanada, que empieza a brillar al desaparecer la humedad por el sol.
El piélago desecado es amontonado; la canicie afeitada
del profundo mar para las mesas y las espumas endurecidas
forman grandes montículos, y la parte venenosa del piélago,
con la cual perece el uso del agua, corrompida por un jugo amargo,
la reemplazan por la sal vital y la vuelven saludable».

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  1. El «mar» recibe diversos nombres entre los romanos. El genérico en latín es mare, -is (de género neutro), pero poéticamente, metri causa o como sinónimos se usan también pontus (del gr. πόντος, «mar abierto»), pelagus («piélago»), aequor («planicie o superficie del mar») entre otros.
  2. El verbo latino coquere significa propiamente «cocinar, cocer, aplicar fuego a los alimentos para poderlos comer».

RUTILIO NAMACIANO (s. V d.C.)

RUTILIO NAMACIANO (Rutilius Namatianus), poeta galo del siglo V d. C., describe las salinae y su composición en su obra titulada De redito suo («El retorno»). En concreto describe, en dísticos elegíacos, las salinas de la villa de su amigo Albinus, situadas en la actual Padule (Lucca, Toscana), que aún existían en el siglo VIII (vv. 475-486):

      Subiectas villae vacat aspectare salinas;                475
          Namque hoc censetur nomine salsa palus,
      qua mare terrenis declive canalibus intrat
          multifidosque lacus parvula fossa rigat.
      Ast ubi flagrantes admonuit Sirius ignes,
          cum pallent herbae, cum sitit omnis ager,           480
      tum cataractarum claustris excluditur aequor,
          ut fixos latices torrida duret humus.
      Concipiunt acrem nativa coagula Phoebum
          et gravis aestivo crusta calore coit;
      haud aliter quam cum glacie riget horridus Hister.     485
           grandiaque adstricto flumine plaustra vehit.

«Me entretengo en contemplar unas salinas situadas al pie de la finca,
    pues con este nombre se designa una laguna salada,
en la que el mar entra por unos canales en pendiente cavados en la tierra
    y una fosa pequeña riega unas albercas divididas en muchas secciones.
Pero, en el momento en que Sirio[1] avisa de sus fuegos más ardientes,
    cuando la hierba palidece, cuando está sediento el campo en su totalidad,
entonces se cierra el paso a la planicie marina con las compuertas de las represas,
    para que la tierra, recalentada, endurezca el líquido allí retenido.
La masa coagulada de forma natural recibe la energía abrasiva de Febo[2]
    y con el calor del verano se cuaja una pesada costra,
no de manera diferente a cuando el terrible Histro [3] queda endurecido por el hielo
    y permite, al solidificarse, conducir sobre él carros enormes».

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  1. Sirio es la «Estrella del Perro» o Canícula, que alude a los días de verano de mayor calor.
  2. Febo o Apolo era el dios del sol, de ahí las referencias comunes en la poesía a él y a su carro como una metáfora del sol.
  3. Histro, río Danubio de Germania, que, debido a sus fuertes remolinos y muchas desembocaduras, era temido y peligroso para el navegante.